
Recorriendo el Algarve portugués, llegamos al extremo de Europa. Pasando unos pocos kilómetros de Lagos, llegamos a una zona protegida: la Reserva Natural de la Costa Vicentina.
Aquí, en los confines europeos, puede respirarse el aire más natural y agreste. Sagres es el último pueblo de Europa continental. Una pequeña ciudad de ambiente algo hippie, surfero y amante de la vida al natural. Una localidad con servicios poco sofisticados que nos reconcilia con lo simple.
Aquí, en los confines europeos, puede respirarse el aire más natural y agreste. Sagres es el último pueblo de Europa continental. Una pequeña ciudad de ambiente algo hippie, surfero y amante de la vida al natural. Una localidad con servicios poco sofisticados que nos reconcilia con lo simple.
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